Sistema de individualidad.

Tristeza me provoca ver como las personas son consumidas lentamente por un sistema social en el cual el único valor importante es el económico, donde la esencia de una sociedad cada vez se pierde más, poco a poco nos constituimos en una individualidad. De lado se dejan valores como la solidaridad, el compañerismo, el respeto, la amistad, etc., todos son cambiados, obviados, y olvidados pues es más importante lo económico, la materialidad económica la que realmente importa en este mundo consumista.

¿Somos más felices por tener ese nuevo celular?, ¿con toda la tecnología existente hemos logrado la paz?. Esencialmente NO.

El problema principal en la sociedad actual es que todo pasa o se reduce al tema económico, todo gira en torno al dinero, si no tenemos nos veremos limitados en múltiples aspectos de lo que es el desarrollo integral de una persona, ya sea su educación, salud, diversión, deporte, etc., etc. Es aquí donde radica el problema esencial, pues no podemos reducir y limitar el desarrollo de las personas a la posibilidad de que estas posean o no dinero, fijar ese como un limite discriminatorio en cuestiones tan esenciales para la vida humana es ciertamente un crimen.

Mas como lograr que ya no sea el dinero el que limite y discrimine el desarrollo humano, si TODO EL MUNDO SE MUEVE EN TORNO AL DINERO. Pues únicamente cuando dejemos de validarlo como una forma correcta y aceptable de discriminación cuando nosotros, seres humanos conscientes y poderosos, tomemos consciencia de nuestro poder y de que somos nosotros mismos quienes validamos y cooperamos, por acción u omisión, en que el mundo y el sistema en el cual nos desarrollamos esté de la forma que esta, y una vez que hayamos comprendido que somos nosotros, la inmensa mayoría humana, quienes sostenemos este sistema desfavorable, quienes tenemos el deber ético y moral de cambiarlo, pero no apostando a cambios solo en el plano económico, de, por ejemplo la propiedad de los medios de producción, sino que logrando un cambio verdaderamente de sistema, de modelo y de mentalidad, transformar efectivamente el sistema mundo en el que estamos viviendo y constituirnos efectivamente como una sociedad.

Sin embargo es esta una tarea de muy largo aliento, pues todos estos cambios deben hacerse a nivel de las mentalidades, de las conciencias, y muchas veces en mentalidades que no están dispuestas a cambiar, que se sienten, no conformes ni felices, pero la pereza, el miedo, o el individualismo tan asentado, les impide siquiera pensar en una alternativa social que respete efectivamente la dignidad humana más allá de sus escasa visión individual.

Dirán ustedes que esto es imposible que es utopía pura soñar con con la solidaridad y el compañerismo, mas la realidad muestra otra cosa. El movimiento GNU/Linux y del software libre nos muestra que efectivamente el trabajo colaborativo es posible, que el trabajo en conjunto para buscar soluciones a problemas y necesidades es posible de realizar sin la necesidad de recibir una recompensa económica por ello. Claro, es fácil compartir cuando se trata de producción no material, dirán ustedes, bién, claro que es más fácil, pero si la colaboración en el campo de la informática es posible ¿Por que en la materialidad diaria no seria posible?, el movimiento de software libre es solo una muestra de que el trabajo comunitario es posible, que la solidaridad existe más allá de las diferencias y que un nuevo orden de cosas es posible.

Y será posible solo en la medida en que nosotros como seres conscientes de que el poder de cambiar el mundo es nuestro, lo deseemos y lo practiquemos, que a través de nuestro accionar diario lo construyamos y validemos, pues si esperamos que el sean los Gobiernos o las Empresas o las diversas Instituciones las que cambiaran el mundo, es mejor que esperemos tranquilos y con mucha paciencia pues muy posiblemente ello nunca pasara.